2 Reyes 23 - Nueva Reina Valera 1990 (Adventista)

Libro de 2 Reyes
Capitulos:

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1 - Entonces el rey mandó reunir a todos los ancianos de Judá y Jerusalén.

2 - El rey subió a la casa del Eterno con todos los varones de Judá, los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes y profetas y todo el pueblo, desde el menor hasta el mayor. Y leyó, oyéndolo ellos, todas las palabras del Libro del Pacto, que habían hallado en la casa del Eterno.

3 - Y el rey se puso en pie junto a la columna, e hizo alianza ante el Eterno, de que irían en pos del Eterno, y guardarían sus Mandamientos, sus testimonios y sus normas, con todo el corazón y con toda el alma, y que cumplirían las palabras del pacto escritas en aquel libro. Y todo el pueblo confirmó el pacto.

4 - Entonces el rey mandó al sumo sacerdote Hilcías, a los sacerdotes del segundo orden y a los guardas de la puerta, que sacasen del templo del Eterno todos los utensilios que habían sido hechos para Baal, para el bosque y para la milicia del cielo. Los quemó fuera de Jerusalén, en el campo del Cedrón, y mandó que llevaran sus cenizas a Betel.

5 - Quitó los sacerdotes idólatras que los reyes de Judá habían puesto para quemar incienso en los altos en las ciudades de Judá, y en los alrededores de Jerusalén, a Baal, al sol y a la luna, a los signos y a todo el ejército del cielo.*

6 - Sacó también la imagen de Asera fuera de la casa del Eterno, fuera de Jerusalén; la quemó en el torrente Cedrón, hasta convertirla en ceniza, que echó sobre los sepulcros del pueblo.

7 - Además, derribó las casas de los sodomitas religiosos que estaban en la casa del Eterno, donde las mujeres tejían pabellones para el poste idolátrico.*

8 - Hizo venir a todos los sacerdotes de las ciudades de Judá, y profanó los altos donde los sacerdotes quemaban perfumes. Derribó los altares de las puertas, que estaban a la entrada de la puerta de Josué, gobernador de la ciudad, a la izquierda de la puerta de la ciudad.

9 - Aunque los sacerdotes de los altos no subían al altar del Eterno en Jerusalén, comían pan sin levadura entre sus hermanos.

10 - También profanó a Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para que ninguno pase a su hijo o su hija por el fuego a Moloc.*

11 - Quitó también los caballos que los reyes de Judá habían dedicado al sol a la entrada del templo del Eterno, junto a la cámara del camarero Natán Mélec, encargado de los ejidos. Y quemó los carros del sol.

12 - Además, el rey derribó los altares que estaban en el techo de la sala de Acaz, que los reyes de Judá habían hecho, y los altares que había hecho Manasés en los dos atrios de la casa del Eterno. Y arrojó el polvo en el torrente Cedrón.

13 - El rey profanó también los altos que estaban delante de Jerusalén, a la derecha del monte de la destrucción, que Salomón rey de Israel había edificado a Astarot, abominación de los sidonios, a Quemos abominación de Moab, y a Milcom abominación de Amón.*

14 - Quebró las estatuas, taló los postes idolátricos, y llenó el lugar con huesos de hombres.

15 - Destruyó el altar de Betel, el alto que había hecho Jeroboam hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel. Quemó el alto, y lo convirtió en polvo, y puso fuego al poste idolátrico.

16 - Cuando Josías regresaba, vio los sepulcros que estaban allí en el monte; mandó sacar los huesos de los sepulcros, y los quemó sobre el altar para contaminarlo, conforme a la Palabra del Eterno que había profetizado el varón de Dios.*

17 - Después preguntó: "¿Qué es ese monumento que veo?" Los de la ciudad respondieron: "Es el sepulcro del varón de Dios que vino de Judá, y profetizó estas cosas que tú has hecho sobre el altar de Betel".

18 - El dijo: "Dejadlo. Ninguno mueva sus huesos". Así fueron preservados sus huesos, y los huesos del profeta que había venido de Samaria.*

19 - Josías quitó también todas las casas de los altos que estaban en las ciudades de Samaria, que los reyes de Israel habían hecho para provocar el enojo, e hizo de ellas como había hecho en Betel.

20 - Además, mató sobre los altares a todos los sacerdotes de los altos que allí estaban, y quemó sobre ellos huesos humanos. Y volvió a Jerusalén.*

21 - Entonces el rey ordenó a todo el pueblo: "Celebrad la Pascua en honor del Eterno vuestro Dios, conforme está escrito en este Libro del Pacto".

22 - No se había celebrado una Pascua tal desde el tiempo de los jueces que gobernaron a Israel, ni en todo el tiempo de los reyes de Israel y de Judá.

23 - A los 18 años del rey Josías se celebró esa Pascua en honor del Eterno en Jerusalén.

24 - Además, Josías barrió a los médium, los espiritistas, los ídolos domésticos y todas las abominaciones que se veían en la tierra de Judá y en Jerusalén, para cumplir las palabras de la Ley escritas en el libro que el sacerdote Hilcías había hallado en la casa del Eterno.

25 - No hubo ningún rey, ni antes ni después de Josías, que se convirtiera al Eterno con todo el corazón, con toda su alma, y con todas sus fuerzas, conforme a toda la Ley de Moisés.

26 - Con todo, el Eterno no desistió del ardor de su gran enojo, encendido contra Judá, por todas las provocaciones con que Manasés lo había irritado.

27 - Y dijo el Eterno: "También he de quitar de mi presencia a Judá, como quité a Israel. Y desecharé a esta ciudad que había elegido, a Jerusalén, y a la casa de la cual yo había dicho: 'Mi Nombre estará allí'".

28 - Los demás hechos de Josías, todo lo que hizo, está escrito en las crónicas de los reyes de Judá.

29 - En esos días Faraón Necao rey de Egipto subió contra el rey de Asiria al río Éufrates. Y salió contra él el rey Josías, pero aquél, así que lo vio, lo mató en Meguido.

30 - Sus siervos lo pusieron en un carro, lo llevaron muerto de Meguido a Jerusalén, y lo sepultaron en su sepulcro. Entonces el pueblo del país tomó a Joacaz hijo de Josías, y lo ungieron por rey en lugar de su padre.*

31 - De 23 años era Joacaz cuando empezó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. Su madre fue Amutal, hija de Jeremías, de Libna.

32 - Hizo lo malo ante los ojos del Eterno, como habían hecho sus padres.

33 - Faraón Necao lo encadenó en Ribla, en la provincia de Hamat, para que no reinara en Jerusalén, e impuso sobre el país una multa de cien talentos de plata (3,4 ton) y uno de oro (34 kgs).

34 - Entonces Faraón Necao puso por rey a Eliaquim hijo de Josías, en lugar de su padre, y le cambió el nombre por Joacim. Tomó a Joacaz, lo llevó a Egipto, y murió allá.

35 - Joacim pagó a Faraón la plata y el oro. Para dar el dinero conforme al mandato de Faraón, evaluó la tierra, y sacó la plata y el oro del pueblo, según la estimación.

36 - De 25 años era Joacim cuando empezó a reinar, y once años reinó en Jerusalén. Su madre fue Zebuda hija de Pedaía, de Ruma.

37 - Hizo lo malo ante los ojos del Eterno, igual que sus antepasados.*